martes, 29 de julio de 2008

MONTEAGUDO: ENTRE EL EMBALSE, SIN AGUA, Y LAS INVERSIONES SIN TURISMO

18 de febrero de 1986

Unos 110 millones de pesetas, aproximadamente, fue el importe de la construcción del embalse de Monteagudo o “Pantano Chico” cuyas obras se terminaron hace unos cuatro años.
Desde entonces, el embalse no ha servid para nada, nunca ha podido ser utilizada el agua embalsada, sencillamente por no haber tenido agua para ello. La sequía de los últimos años no ha permitido llegar agua abundante, ni escasa; en realidad, nunca ha tenido agua. En estos momentos, cuando la pertinaz sequía parece haber remitido, el día 4 del presente mes, el agua embalsada alcanzaba 2, 65 centímetros; teniendo en cuenta que la salid se encuentra a dos metros, solo se disponen de los 65 centímetros para riegos.
Par poder subsanar esa carencia de agua, se han empezado a hacer dos perforaciones, en distintos lugares, y poder sacarla del subsuelo y trasvasarla al embalse. Esto, que para hasta lógico, es una verdadera incongruencia. Para todo el mundo es evidente que si se quiere o desea incrementar el nivel con aguas subterráneas, las prospecciones y las perforaciones deberían hacerse a un nivel más alto de la situación del pantano, esto que es lo normal para todos los “profanos”, no es considerado de igual manera por los “expertos” –que lo deben de ser en sobremanera-, nadie tiene conocimiento de que se hayan efectuado estudiaos geológicos ni prospecciones antes de decidir el sitio que era elegido para “pinchar”, así que con su experiencia y grandes conocimientos, estas perforaciones, se están haciendo a unos niveles muy bajos con respecto al nivel del pantano.
Ahora bien, hay una cosa cierta que todos los ignorantes profanos vemos con claridad, en caso de que llegasen a aflorar esas aguas subterráneas donde se están buscando (indicando que una de las perforaciones ha llegado a alcanzar más de 300 metros sin ningún éxito), se tendrá que instalar un costoso bombeo para elevar las aguas, eso, en caso que llegaran a encontrarse.

EL NAGIMA, RIO MOLINERO
El embalse se hizo para ser abastecido con las aguas del río Nágima. Sobre este río voy a recoger unas notas del diccionario Madoz, correspondiente al 1884, o se hace un poco más de un siglo. Dice así: “Nace en el término municipal de Bliecos, al poco tiempo de su nacimiento ya impulsa varios molinos correspondientes a Bliecos y Serón de Nágima, en cuyo último punto, más abajo del Santuario de Nuestra Señora de la Vega, recoge las aguas del arroyo que baja de Mazaterón, sigue al término de Torlengua, donde también le afluye un arroyo; pasa luego por la granja de Cantagos y continúa por los términos de Fuentelmonge, Monteagudo y Pozuel, en cuyo último pueblo abandona la provincia, penetrando en la de Zaragoza para desaguar en el Jalón, frente a Monreal de Ariza. Aunque corte de caudal, generalmente, es de curso perenne y terrible en sus debordaciones, muy frecuentes en los veranos tempestuosos.
Han pasado ya 100 años, su cauce ha sido regulado para evitar esa raras inundaciones, su caudal ha ido remitiendo constantemente durante los últimos años y, desde hace 12, hasta los momentos actuales, es prácticamente nula.
Me asombra la alegría con que son empleados los fondos públicos, los despilfarros que con ellos se han hecho y que con toda seguridad se seguirán haciendo.
Malgastar el dinero en un embalse que se podía prever que jamás se llenaría con el caudal que iba a recibir y cumpliese el fin para el que se había construido, no pensando en alguna alternativa si sucediese –como era de esperar ha sucedido- se puede asegurar que es demencial.
Claro que pudiendo gastar de esa forma el dinero ajeno y encima poder obtener beneficio con ello, teniendo la seguridad de que nadie exigirá o pedirá cuentas por ello, ¿para qué preocuparse en hacer las cosas con lógica?
Pero la realidad está ahí, la inversión fue hecha, ahora lo que se debería de tratar es buscar la solución mejor y más adecuada que sirviese para una provechosa rentabilidad, esa construcción no se puede permitir quede prácticamente perdida, cuando con un pequeños presupuse, en relación con la obra efectuada y los beneficios que ello puede representar, se podría hacer muy rentable, y no sólo para es trozo de la zona, sino que serviría para mejorar la comarca denominada como de Vicarías.
La distancia desde el Duero, en Almarail, al río Nágima, en Bliecos con, seguramente no llegará a los 10 kilómetros, trasvasando mediante tubos algo del sobrante de invierno del Duero al Nágima, quedaría definitivamente solucionado el problema, beneficiando al mismo tiempo al pueblos de bliecos, Serón de Nágima, Torlengua, Cañamaque, Fuentelmonge y Monteagudo.
Sé que esta posibilidad no está exenta de problemas ¿burocráticos? Por considerar que a lo mejor llegaban unas gotas de agua trasvasada al Ebro; puede ser. ¿Pero se han preguntado, de verdad, si la cantidad de ese sobrante, después de ser usada en beneficiar y regar, haciendo rentables tantas hectáreas como pueden ser aprovechadas, sería la que fuese a parar al Ebro?
Es mucho más conveniente el hacer esa pequeña inversión (comparada con la ya efectuada) que dejar prácticamente inútil la utilización del pantano.
Hay que reconocer que ara que esto se pudiese intentar y llevar a efecto, sería enormemente conveniente que se uniesen los intereses y criterios de todos estos pueblos, y que la única forma de lograrlo, en las debidas condiciones, sería la creación de una Mancomunidad de los pueblos que componen las vicarías, entrando también en la misma el pueblo de Bliecos para que quedase completa.
La distancia más larga entre los pueblos de esa necesaria Mancomunidad de las Vicarías es de unos 22 kilómetros aproximadamente; el número de pueblos a constituirla sería de seis, con una población total entre todos de unos 1.400 habitantes (estas cifras hacen siempre llorar). Fíjense que la media que sale por habitantes/pueblo es de 230.
La solución es sencilla: o ésta, que supone un gasto insignificante en relación con los beneficios que puede aportar, o la de continuar perforando en las condiciones en que se está haciendo, por debajo del embalse, y seguir gastando de forma incomprensible del presupuesto público.

RACIONALIZAR LA EFICACIA DE LA INVERSIÓN
Tengo que decir que toda inversión que se haga en los pueblos, para mejorar, debe de ser aplaudida. Pero opino que las inversiones deben ir siempre acompañadas con ayudas y orientaciones para poder, dentro de lo posible, dar un beneficio real a los mismos.
Las inversiones efectuadas –dinero público- en pocos años en este pueblo, han sido: 18 millones de pesetas para la restauración de la iglesia por D.G.A.; 100 millones para el embalse; 1,5 ó 2 millones que se empelaron en la colocación del seis almenas del castillo; 30 millones para la reconstrucción del castillo-palacio, más el costo de las actuales perforaciones cuyo importe ignoro, ni aun aproximado.
El monto total de la inversión en un plazo de muy corto tiempo, ha sido de unos 170 millones, que hasta el momento no han servido para nada en absoluto en lo que se refiere a beneficios que haya podido reportar –se sobreentiende que al pueblo-. Veamos:
Una Dirección general invierte 18 millones en la reparación y consolidación de la Iglesia (que en honor a la verdad tiene sus errores y fallos) al ser considera de interés artístico provincial (también lo es la ermita de Nuestra Señora de Bienvenida, que cada día se encuentra en mayor deterioro) y no se hace ningún tipo de propaganda turística para que sea conocida. Total, nada.
Se hace un gasto de 110 millones en un embalse, y éste no ha servido hasta ahora para sus fines. Total, nada.
Se invierten 30 millones en la restauración del castillo-palacio y, cuando pasen las obras terminadas a poder del Ayuntamiento, lo único que se ha conseguido es mejorar la posición de una propiedad privada y proveer al Ayuntamiento de un rompecabezas, de un verdadero galimatías de enorme complicación. Tampoco se le ha aconsejado qué pueden hacer con él para sacar algún importante beneficio para el pueblo. Total, nada.
Está declarado de interés histórico-artístico, la ermita; la iglesia, el castillo-palacio; y el conjunto general amurallado del pueblo; sin que exista un solo folleto de propaganda ni se le haya dado orientación al Ayuntamiento para la confección y distribución de algo similar, ni tan siquiera de qué forma pueden solicitar ayuda para conseguirlo. Total, nada.
No comprendo cómo se pueden efectuar gastos de esta manera, que considero perfectamente gastados, si con ello se consiguiese y sirviesen para que el pueblo empezase a levantarse. Sería muy lamentable que al final hubiese que considerarlos como inútilmente perdidos.
Esto último no debía ser el caso de Monteagudo, pero me gustaría terminar preguntando, ya que me resulta casi imposible encontrar las respuestas, ¿por qué sucede esto?


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