martes, 29 de julio de 2008

FUENTELMONGE O LA NECESIDAD DE REMOZAR CASI TODOS LOS EDIFICIOS, PÚBLICOS O PRIVADOS

5 de Agosto 1986:

En el artículo anterior decía de su historia, situación y principal problema del pueblo, consistente en la falta acuciante de agua y el cambio necesario de la fuerza eléctrica de 125 a 220. También escribía sobre el entusiasmo e ilusión de la gente que compone el Ayuntamiento y de su alcalde; a medida que vaya explicando las virtudes y defectos de Fuentelmonge, iremos comprobando que, como se dice, todo está casi previsto. Que se realice o no, es otra cuestión, o como decía aquel príncipe de la península, no de esta, de otra que se encuentra por allí arriba, ¡este es el dilema!
Lo primero que tengo que acusar es que increíblemente se permita que gran cantidad de las ovíparas gallináceas y polláceos callejeen picoteando alegremente. Un pueblo con esos nuevos entusiasmos e ilusiones, con ese número de habitantes, no se puede permitir esos cacareantes espectáculos. Tengan en cuenta que ya en algunas poblaciones de España se obliga a los dueños de los perros a ir provistos de cubo, recogedor y pala, ¡y son los mejores amigos del hombre! Además, no hay derecho a que eso suceda, ni está permitido.
Comprendo perfectamente que la labor de un alcalde en un pueblo pequeño es enormemente ingrata, nada compensatoria, posiblemente por eso no es apetecido el cargo por la mayoría de las gentes. Es enormemente duro si se desea hacer algo por el pueblo, entre otras cosas procurar embellecerlo y hacerlo más acogedor, tenga que enfrentarse siempre con intereses particulares que se ven afectados en su comodidad si se les ruega, pide y ordena (qué pena que no se pueda aplicar en estos casos la famosa frase de “El Rey cuando ruega, ordena”) alguna acción que solamente puede llegar a afectar a su comodidad, aún cuado ésta vaya en perjuicio de toda una comunidad, casos de éstos hay a centenares en los pueblos. Pero se tienen también que ir acostumbrando los que se presentan para estos cargos y son elegidos por el pueblo, a estar dispuestos a sufrir estos enfrentamientos, teniendo y anteponiendo los intereses de la mayoría a los de una minoría, siempre procurando evitar dentro de los posible el causar las menores molestias también a esas minorías.
Esto viene a cuento, al igual que lo de las gallináceas callejeras, a la existencia de esos desguaces de coches situados detrás del edificio de las escuelas y del Centro Social, mejor dicho, entre estos edificios y el nuevo parquecito que se está terminando de construir. Creo no sería tanta molestia para el propietario o propietarios de esos restos de automóviles de retirarlos y alejarlos lo suficiente de ese lugar, al que tanto afean, consiguiendo con ello tres cosas, a saber: Evitar el peligro que supone para los niños que vayan a jugar al parquecito, la tentación de jugar entre los viejos coches, con el peligro que ello tiene. Quitar la fealdad que da al pueblo ese desguace dentro del mismo. Evitar un día obligar al Ayuntamiento, éste y otros que se constituya, el ordenar su retirada, con el disgusto o enfrentamiento que ocasionaría, no sólo por ser autoridad y vecino, sino también por lo desagradable que resulta siempre en enfrentamiento sea la causa que lo ocasiones, entre amigos y convecinos.
El pueblo, a parte del gran abandono que existe en suprimir el deterioro y fealdad de casi todas las fachadas, no creo que sean gastos tan altos los que ocasione simplemente el enjalbegado de las mismas a gran parte de los habitantes, está dotado dentro de lo que cabe (si no contamos con el problemón que significa esta gran carestía de agua y, que la poca que hay, sea de muy dudosa potabilidad, más el de la falta de suficiente energía eléctrica), de las condiciones necesarias hoy en día. Tiene las calles pavimentadas, alcantarillados y saneamiento, teléfono automático, tiendas de ultramarinos, estanco, bar instalado en el Centro Cultural Cántabos, que abre por las tardes y noches, médico, oficina de una entidad de Ahorro, panadería (tahona), talleres mecánicos.
Escuela donde acuden los 16 niños que están es edad escolar. El local, situado en el mismo edificio donde se encuentra el Centro Social, va a ser arreglado y acondicionado próximamente por el Ministerio de Cultura.
De los 230 habitantes que nos da el censo, un 50 por ciento supera la edad de 65 años, un 40 por ciento es de 16 a 35 años y el resto entre niños y edad intermedia.
Hace poco tiempo se formó, concretamente en el mes de mayo del pasado año del 85, y se aprobaron los estatutos de la Asociación Cultural La Romerosa, que tiene el mayor número de socios, fuerza y entusiasmo entre las mujeres del pueblo.
Este año como es lógico, por primera vez, nunca hasta ahora se había hecho algo similar, la Asociación ha programado una semana cultural, que se hará la semana anterior a las fiestas de agosto, con conferencias, teatro infantil, concursos de juegos infantiles, concurso de dibujo y pintura, campeonato de ajedrez, y con algunos acto más, tanto para niños como para adultos.
Uno de sus deseos, en esto coinciden plenamente con el Ayuntamiento, es lograr iniciar, para poder llegar a tener, una biblioteca lo más surtida posible. Han solicitado ayuda para la Asociación y para la biblioteca a la Junta de Castilla y León, pero aún no han recibido respuesta a su solicitud. Esperemos que no sean olvidados y consigan algo.
También se va a emprender el arreglo del frontón, gracias a la ayuda concedida por la Diputación Provincial.
El Ayuntamiento está formado por una sola sala, que hace todas las funciones a la vez, despacho de alcalde, secretaría, archivo, sala de juntas. Una cosa que me extrañó sobremanera es que me dijesen que no se había solicitado en ninguna ocasión ayuda de las que concede desde hace algún tiempo la Junta de Castilla y león para reparación y acondicionamiento o construcción a las casas consistoriales. En este caso tendremos que decir como en el del agua, ¿serán podencos o galgos?
Ahora se va a iniciar la concentración parcelaria del término del pueblo. Con esa parcelación, el Ayuntamiento espera que queden unificados los terrenos municipales con todo el beneficio que eso conlleva, pudiendo en ese momento preparar unos planes que tiene previstos para mejora del pueblo, pero, todo en realidad que condicionado atener resuelto el fenomenal problema del agua.
La iglesia es posible pertenezca su primera construcción al siglo XVI, de la que ha sufrido posteriores arreglos, la entrada es de finales de 1700 y la torre, casi gemela y copiada de la iglesia de Abión es de mediados del 1800. La entrada, aun de fecha avanzada, se podría definir como de estilo casi plateresco. El atrio está limpio posiblemente por ser todo el suelo de cemento. La conservación del edificio es buena, a excepción del tejado de la torre, en el que parte de uno de los aleros tiene verdadero peligro de hundimiento, y parece ser que no hace mucho tiempo ya ha caído alguna “piedrecita” que afortunadamente no causó daños.
El interior está bien conservado y con gran limpieza. El Altar Mayor es de estilo barroco recargado del 1750 aproximadamente, que será un placer contemplar a los enamorados de ese estilo, afortunada o desgraciadamente ese no es mi caso.
Lo que verdaderamente encuentro digno de destacar es un cuadro que aún a pesar de encontrarse en unas condiciones muy lamentables de deterioro, considero debe de ser de muy buena firma y la fecha de la obra sobre el 1630 al 1660 muy aproximadamente, corresponde a una pintura de la Virgen de la ¿Asunción? Y en la parte baja y en sus laterales el retrato del Sr. de Mendoza a la izquierda y el de su esposa a la derecha, baso mi opinión, por ser de la escuela velazqueña y corresponder los trajes de los esposos a los años de Felipe IV. Es una verdadera pena, y así lo rogaría y pediría, no se procure conservar en las mejores condiciones posibles, primero y sumamente necesario es el desclavarlo de su viejo bastidor, los pocos clavos que a él le sujetan, pidiendo aún para esa “pequeñez” ayuda y asesoramiento a alguien con conocimiento de esas labores y, posteriormente de que fuese protegido mediante cristal, también en este caso pidiendo consejo y asesoramiento a persona entendida, sinceramente creo merece la pena el intentar conservar y evitar su mayor y segura destrucción como se mantenga y siga en las actuales circunstancias.
Solamente me queda decir al ayuntamiento actual del pueblo que luche y persiga, insista y machaque a todos los niveles tanto de la Diputación como de la Junta de Castilla y León para lograr solucionar ese terrible y acuciante problema del agua que les hace tener pendiente sobre sus cabezas, colgada por un fino hilo, una espada más peligrosa que la famosa de Damocles.

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