miércoles, 20 de febrero de 2008

SAN ANDRÉS DE SAN PEDRO. HOY

Los artículos de ayer corresponden al 16 de agosto de 1986 y, el segundo, al 16 de septiembre del mismo año. Afortunada o desgraciadamente, ello significa que han pasado 21 años de las dos primeras fechas hasta hoy, 20 de febrero de 2008. Sinceramente, ya aquellos dos reportajes ya no pueden servir. Nada más se mantiene la condición de pedanía perteneciente a Oncala.
El censo de San Andrés ya no figura en ningún sitio pero es que son tan pocas las personas que habitan esta población durante todo el año, a excepción de los meses de verano, justo cuando el pueblo vuelve a renacer durante breves momentos para después volver a caer.
En aquellas fechas la pavimentación de la entrada del pueblo estaba formada por piedras tal y como se estilaba en todas las tierras altas donde convertían esas calles en preciosos mosaicos. Actualmente, y lamentablemente para mi gusto, muy personal por cierto, las calles están pavimentadas a base de cemento. Las granjas de ganado, por otra parte, que anotaba en aquel entonces estaban nada más llegar al pueblo, a la derecha, ahora se encuentran vacías al igual que el resto de la población; ya se han jubilado sus propietarios y las naves están casi abandonadas como el resto del pueblo. Las dos fuentes que suministraban agua a los ciudadanos, acompañadas de los famosos insectos y gusarapos que salían de ellas, han perdido su emoción porque ¡por fin! en 1987, después de meses de desesperación, el agua salía por los grifos en los domicilios de los habitantes de la localidad. Felicidades para ellos y tristeza para los que nos dedicábamos apostar cuántos bichitos podíamos sacar en tres minutos, sabiendo ya que ambas fuentes han sido anuladas.
Otro de los cambios nada agradable es que en la plaza a la izquierda estaba el antiguo colegio de las niñas y enfrente, a la derecha de la plaza estaban las antiguas aulas de los niños, que tenían recogidos los pupitres. En aquellas fechas, dícese y asegurase que entre la población de San Andrés de San Pedro existían niñas y niños, chicas y chicos suficientes para que pudieran estudiar en su pueblo. Hoy desgraciadamente se puede sentir algo más que pena al ver que las aulas del colegio son un montón de escombros con vigas.
Hace unos cuantos días, en el primer reportaje publicado, tanto el de ayer como el de hoy, iba acompañado en el pueblo de una señora nacida allí que, visitando de nuevo la iglesia, ella no pudo remediar el que le humedecieran los ojos al ver que la pila bautismal se encontraba en tal malas condiciones, y el baptisterio que carecía de puerta y suelo. Solamente dijo: “Hace ya unos cuantos años aquí, en este mismo sitio, recibía el sacramento del Bautismo”.
En San Pedro no me extrañaría que muchos hombres y mujeres, que en aquellos años asistían a las escuelas, tendrán que decir: “En ese solar lleno de escombros estaban las aulas donde nosotros aprendíamos las primeras lecciones”. Aquella especie llamados niños y niñas desgraciadamente en Soria se puede decir que está desapareciendo. “Especie en extinción”.
Hoy precisamente he conseguido recibir las Páginas Blancas y Amarillas de la provincia de Soria que acusan la realidad del lugar. Sorprende el tamaño de ambos cuadernitos; las blancas son 191 páginas, mientras que las amarillas superan a la anterior en 85, teniendo un volumen de 276 páginas. Y me pregunto y pregunto: “¿Cuántos años podrá durar Soria en las condiciones en las que se encuentra antes de que los pueblos no queden totalmente desiertos?”.
Eso sí. Aún piensan que una población que supera los 65 años en un 60 por ciento, sin juventud alguna, puede… Vuelvo a preguntar: “¿Será necesario hacer por parte de Telefónica nuevas guías?” Imposible y absurdo el pensar que eso puede suceder.
Igual que en tantos y tantos reportajes, he utilizado la ironía para que de tal forma se fuese comprendiendo la indiferencia de los sorianos o posiblemente el desprecio hacia su provincia.
Intentemos utilizando algo que parece que aún se estila, imaginación, ingenio, ánimo y entusiasmo animar a todos para que en un plazo máximo de cinco años puede tener recuperación buscando entre todos la solución.

1 comentario:

jefwi dijo...

Enhorabuena por el blog y por los textos, los actuales y los pasados.

Acabo de descubrir este blog y, como descendiente de las Tierras Altas de Soria, es un placer leerlo, ver las fotos de las calles en las que has pasado todos los veranos de tu vida, leer artículos y volver a descubrir como era el pueblo en el pasado, tal y como nos lo cuentan los abuelos, con ese toque de nostalgia y temor al olvido.
Iniciativas como este blog ayudan a mantener vivos estos pueblos, al menos en la memoria.

Me gustaría ponerme en contacto contigo por mail para hacerte llegar unas impresiones y quizá alguna foto que seguro que te hace ilusión ver (sí, hablo del olmo muerto).

Un saludo y mucho ánimo para seguir adelante.