miércoles, 4 de junio de 2008

PAONES PERTENECE AL HOY




PAONES
30 de mayo de 2008



Veintiún años han pasado desde la publicación del primer artículo realizado en Soria Semanal sobre la triste situación de este pueblo, pequeño y coquetón.
En febrero de este año, un día claro pero frío, enormemente frío, me desplacé a Brías y, como es lógico, a Abanco, pensando regresar habiendo visitado Alaló y Paones. El frío y la curiosidad de las cosas nuevas que me produjeron admiración en Abanco, cosa que no pude ver en Paones, o sea, que importaba muy poco el perder el resto del día para que el alma se me pusiera más triste al comprobar la desolación de este pueblo.
A los pocos días de la inserción del artículo en Soria Semanal se recibió una carta firmada por J. Moreno Garrido, y publicada, que hoy, posiblemente, ya no se encontrará en su provincia, ni siquiera en la tierra. Por lógica, en su carta decía que nació en 1903 y me parece difícil que este encantador hombre, que reflejaba su amor sobre el pueblo de Paones, donde tenía enterrados a sus padres, y que él, por diversas circunstancias de la vida, tuvo que abandonar al emigrar de España al finalizar la guerra, y regresó unos días antes a conocer su pueblo, que no lo era, pero en él vivió desde su más tierna infancia, comprobó que lo que se escribió en Soria Semanal, cuyo artículo tuve, casi puedo decirlo con toda seguridad la desgracia de escribir, que la destrucción de la iglesia y el abandono del pueblo habían sido terribles, tal y como decía en ese escrito.
Aquel artículo está insertado como el Ayer y en aquel año, 1987, J. Moreno Garrido comenta el haberse encontrado con una vecina, desgraciadamente de avanzada edad también con la que habló sobre la pena que suponía el hecho de que el pueblo se fuera hundiendo. Pueden leerlo en el artículo. Aquella señora le dijo que estaba esperando un camión o medio de transporte similar para retirar los muebles y enseres de su casa porque se marchaba a otro pueblo, no recuerdo el nombre, pero si sé que era de Tierras Altas. Lo más seguro es que ambas personas por su edad ya nos hayan abandonado.
El empezar a escribir por Internet esta especie de periódico momentánea, pues esperemos que se pueda conseguir el soporte de papel, es para que puedan ver y leer al mismo tiempo el Ayer y el Hoy de la provincia soriana.
El lanzarme a rememorar aquellos artículos escribiendo el Ayer y el Hoy es debido a la gran y penosa sensación que me causó ver el último censo electoral, o sea el de la provincia, a través del cual comprobé que se han perdido en un breve plazo de menos de dos décadas más de 140.000 habitantes, aunque los sorianos no se den cuenta de ello. Al parecer no se asustan, ni piensan que a ese paso la provincia puede seguir existiendo muy pocos años más y reducida a la capital y seis localidades más.
Otra cosa triste es cuando recibí la guía telefónica, la blanca y la amarilla del año 2007. Me asusté al comprobar que se habían convertido en dos pequeños cuadernillos, que realmente dan pena y vergüenza.
Necesitaba información última sobre Paones porque, como he dicho antes, mi visita fue relámpago. Cogiendo de la guía telefónica los respectivos números, he llamado hasta nueve teléfonos diferentes para consultar unos datos. De todos, sólo he podido comunicarme con el señor Miguel Moreno A. quien me ha informado de los datos que les he pedido. Amablemente me han contestado y, ahora, creo que son suficientes para comprobar que es absurdo el desplazarme para fotografíar el municipio puesto que lo único que conseguiría sería que esas imágenes hicieran sufrir más a todas aquellas personas que las vieran.
Hoy las calles, eso lo puede comprobar pero además me lo han afirmado, están pavimentadas; se ha mejorado la iluminación del pueblo. Y un dato asombroso que me ha facilitado la señora de Miguel Moreno, es que hace unos pocos días estuvieron unos hombres que dijeron que iban a ir con la intención de reconstruir parte de la iglesia en beneficio del turismo. La mujer ignoraba si eran de la Diputación, del Ayuntamiento de Berlanga o, incluso, de la Mancomunidad Turística del Duero. De esta última me extraña.
Además, hay un refrán típico español: “Al burro muerto, la cebada por el rabo” que, dicho sea de paso, es hasta grosero insertarlo pero es que, en estos casos, el andar con ñoñerías es realmente canallesco. En el viejo artículo, reflejó que en 1866 la localidad tenia 351 habitantes; en 1987, habían bajado ligeramente llegando a la cantidad de nueve. Hoy, al parecer, son sólo cinco, ni más ni menos.
¿Es posible que en 101 años, que aún cuando parezcan muchos años, es la vida casi, casi, casi normal en la ciudadanía de Soria, se hayan perdido 342 habitantes? ¿Y qué al día de hoy, ventiún años más, increíble parece decirlo y escribirlo, la diferencia son de 4 habitantes menos, o sea 346?. PERMITANME PREGUNTAR que si es posible que alguien, que se considere soriano y que diga que ama a Soria, y que nadie mueva un dedo para evitar la ruina de esta provincia que, hoy en día, si quieren comprobar que es cierto lo que digo, pueden informarme en el Instituto de Estadísticas y por los medios, la provincia de Soria en metros cuadrados está más despoblada que el desierto del Sahara.
¿Se atrevería alguien a hacer algún comentario en el blog, en este Soria Ayer y Hoy, dando algún tipo de idea y solución que sirviera para dar alguna esperanza? Aunque esté escrito dentro del artículo de Paones que, por lo menos para mí, forma un pequeño círculo entre Paones, Alaló, Brías y Abanco, al que se puede llegar por sus propios motivos de belleza natural y artísticos, aunque ahora sean una ruina.
Este caso no se debe de tomar al pie de la letra, si en esta población de Paones, pero de momento, nunca en Brías, ni en Abanco. En Alaló, aún habría que dar un toquecito.
En aquel año de 1987 se firmó en el Ayuntamiento de Berlanga, siendo alcalde del mismo Carlos Lacárcel, y presidente de Castilla y León, Constantino Nalda, la Mancomunidad Turística del Duero, con la que se intentó, y así se constituyó, reunir toda la belleza de la ruta y fomentar el turismo con todas sus grandes bellezas naturales y paisajísticas.
Me gustaría volver a reunir en cualquier momento a los que fueron alcaldes firmantes y al presidente de aquel entonces de Castilla y León para dialogar y hablar, y volver a comentar el entusiasmo y renovar el gran interés reconociendo la importancia de esta Mancomunidad.
Me aburre, me desespera, me irrita y me enerva el ver que tantas grandes obras por desidia, abandono y necedad se malogra el porvenir de una comarca, de una zona y de una provincia.
Lo digo con fuerza, porque sin ser ni concejal, ni alcalde, ni tener ningún cargo político, desde el año 1986 luché en constituir ese organismo; algo que se consiguió un año más tarde. Desgraciadamente, los que firmaron han sido o se han retirado, o han sido retirados, empezando, de forma absurda pero política, prescindiendo de un entusiasta y para muchos castellano-leoneses estupendo presidente, Constantino Nalda; alcaldes, concejales de antes y de ahora, y sobre todo el pueblo que no se entera nunca de nada porque no tienen interés. Debe de pensar el soriano como los israelitas: “Que bajará el maná del cielo para poder recuperar la sensatez”.
Voy a citar un detalle curioso pero que todos los sorianos comprobarán que es cierto. Hoy vuelven a estar muy satisfechos porque Soria ha salido en televisión celebrando como gran fiesta el hecho de que el equipo de fútbol, el Numancia: “¡HA SUBIDO A PRIMERA DIVISIÓN!”.
INFELICES QUIENES PIENSAN ASÍ . Ese equipo de fútbol soriano lleva el nombre de una inmortal ciudad que es el símbolo de la libertad humana, su espíritu.
Como hombre que me gusta preguntar e informarme continuamente en todos los sitios y lugares, permítanme comentar una fórmula que asusta. Lo he comprobado en Galicia, Vigo; Mérida (Extremadura), Madrid y Almería. En todos estos lugares, en institutos y universidades, a estudiantes de Historia, y en los institutos a los alumnos de bachilleratos, les preguntaba dos cosas para mí muy importantes, a lo mejor no tanto para personas incapacitadas intelectualmente, sin ningún interés histórico: “¿Quién fue Viriato?” y “¿Qué es Numancia?”.
Las contestaciones para aquellas personas que simplemente recuerden sus más primitivos estudios primarios, las sabrán. Por lo tanto, quedan admirados cuando sepan que a la primera pregunta decían que Viriato era emperador o general romano; otros decían que era un cónsul o un cartaginés. Pero que Viriato fue un luchador por las libertades y que dio lugar a una de las más importantes frases: “Roma no paga a los traidores”, despidiendo entonces a los asesinos de su jefe. Y que la segunda respuesta es una ciudad que consiguió mantener más de cuarenta años a poderosas legiones romanas en lucha y caer todos antes de rendirse a la esclavitud romana, nada más contestaban, lo puede comprobar cualquiera, que era un equipo de fútbol que ha subido a Primera.
Sin embargo, todos pueden asegurar que así la provincia de Soria no se levanta. ¿Cree alguien que estoy equivocado?
Permítanme terminar como en muchas ocasiones hago: “¡Dios salve a Soria!”.

1 comentario:

Ermengardo II dijo...

Estoy descubriendo con mucho interes sus artículos en esta web. Algunos ya los conocía de la epoca de Soria Semanal y guardo algunos de ellos en la casa de la familia en Berlanga. El motivo de mi comentario es pedirle autorización para utilizar algunos de estos reportajes en mi blog "De la parte Berlanga" ya que me parecen interesantes documentos del pasado. Un cordial saludo y espero que siga con su magnífico trabajo